El aceite de semilla de neem cumple un papel fundamental dentro de la Medicina Ayurveda, tan importante como el aceite de coco y el aceite de ajonjolí.
Aunque su olor no es el mejor, sus propiedades sí lo son: tiene efecto antiviral, fungicida, antiinflamatorio y antiséptico. Se usa especialmente en casos de foliculitis, dermatitis, caspa, acné y otras afecciones de la piel que sean causadas por hongos y bacterias. También ayuda a recuperar las pieles con psoriasis, herpes, puntos negros, eccemas o urticaria.
Modo de uso: dilúyelo al 2 - 5 por ciento en su aceite vegetal favorito. Úsalo en la misma concentración en tu crema o sérum facial, en tu shampoo o tratamiento para el cabello.
Observación: el aceite de neem suele solidificarse en climas fríos.
Bibliografía: Cosmética natural - Gloria Martín, 2015.